Una columna de luz que dejó sin noche a un pueblo durante un año, el templo del dios principal se quemó sin ninguna causa aparente, un rayo silente destruye la casa del dios más viejo y, una espiga ardiente atraviesa el cielo.
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Aguas que se agitan e inundan la ciudad, los gritos aterradores de una diosa que sabe del inminente final de sus hijos, el espejo sobre el rostro de un ave en el que se observan las estrellas y, hombres de dos cabezas que atraviesan puertas.
Como agua salada, que en su recorrido toca y talla las piedras que dan forma a una multitud de islas, esas señales -con las que se anuncia el tiempo de lo pasado y del porvenir- circulan entre nosotros, y así, producen sus propias imágenes y las palabras con las que se pueden decir.
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En este archipiélago de voces y dibujos, un atisbo de eso que se intuye y se siente quiere enunciarse, para agitar aún más el remolino de tiempo que ha decidido instalarse en cada rincón de nuestra vida presente.

Patricio Villarreal*
En Ocho nuevos presagios colaboraron: Tamara Caldera: elaboración gráfica y visual.
Yair López: edición sonora y autor de Manglar (2021). Sonido estéreo.
María López Toledo: entrevistas.
* Beneficiario del Programa Creadores Escénicos con Trayectoria emisión 2018 del FONCA.